Como Ministro de Economía participó en la ejecución de una política aplicada en el marco del terrorismo de Estado, para implantar un modelo financiero en nuestro país.
Esa política tuvo éxito desde el punto de vista de ciertas transformaciones estructurales en la economía argentina. La reorganización económica impuesta por la dictadura tiñó las siguientes décadas en democracia. Martínez de Hoz fue exitoso en subdesarrollar al país. Su política económica terminó perjudicando al país en general y a los sectores trabajadores en particular (violación de los derechos humanos y un retroceso muy fuerte en términos de derechos sociales conquistados).
Su modelo económico se basó en la liberalización financiera, la apertura comercial y la sobrevaloración cambiaria, que conformaron un paquete de políticas que desarticularon el aparato productivo.
Uno de los legados centrales resultó ser una deuda externa que aun hoy nos sigue afectando y condicionando, junto con toda la estructura del sistema financiero argentino que perjudica al desarrollo nacional.
Condenado por la sociedad en su conjunto por su accionar; hoy tenemos la posibilidad, por decisión de este gobierno, que este personaje nefasto termine en una cárcel común.
La Quinquenal en La Cámpora
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