Dos charlas dos

AMBIENTE Y POLÍTICA:
Hacia una visión eco-política

Prof. Fernando Melillo
Subsecretario Nacional de Planificación y Política Ambiental
Dr. Percy Nugent
Asesor SAYDS

La lucha por la justicia social se manifiesta en todos los ámbitos, en la actualidad uno de los fundamentales es el ambiental y de recursos naturales. Porque a partir del cuidado, la preservación y la utilización racional y soberana de los mismos, dependen su distribución y la buena o mala calidad de vida de los habitantes de un territorio. El ambiente es un bien colectivo: todos tienen derecho a gozar de un ambiente sano, equilibrado y apto, y nadie puede destruirlo comprometiendo el bienestar actual ni de las generaciones futuras. Los recursos naturales son estratégicos, y constituyen una parte importante de la soberanía de los países.

En este sentido es necesaria la toma de conciencia de lo prioritario del asunto ya que, de acuerdo a cuál sea nuestra relación con la naturaleza, es que elegimos el futuro de nuestros pueblos. Y esto tiene que ver con que los recursos que necesitamos provienen de la tierra y, para garantizarlos, es indispensable la generación de una relación amigable con el medio, a través de la planificación de la protección y distribución de los recursos. El cambio debe darse en dos sentidos complementarios: desde lo individual, responsabilidad que cada uno debe asumir, y desde el Estado, consolidando al desarrollo sostenible como política de estado.

Las políticas públicas ambientales deben estar orientadas a la protección del hombre, de las comunidades y de las futuras generaciones haciendo cumplir el derecho a vivir en un ambiente íntegro, privilegiándolo por sobre modelos económicos o empresas exacerbadas que sólo buscan mayores ganancias y beneficios, a costa de daño ambiental, es decir, de comprometer nuestro futuro. Estas medidas deben ser una guía para la sociedad, a través de la implantación de una fuerte educación ambiental y de acciones concretas que desarrollen la protección, el bienestar y la salud. Las acciones gubernamentales deben tender a alcanzar un modelo de producción y consumo que haga un uso racional de los recursos, con estrategias de prevención y tecnologías limpias para garantizar un desarrollo sustentable que integre tres ejes: el crecimiento económico, la equidad social y la protección del ambiente.

En este sentido, la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, a cargo del Dr. Homero M. Bibiloni, con voluntad política lleva a adelante leyes, programas y proyectos que dan muestra del compromiso ambiental existente en la actual gestión de gobierno iniciada en el 2003. Pese a que mucho se hizo, mucho es lo que falta como, por ejemplo, seguir ahondando en la responsabilidad empresaria, continuar creando normativa ambiental, conseguir la potestad del gobierno nacional sobre los recursos naturales, la estatización de los que estén en manos de privados y la consolidación de la educación ambiental en todos los niveles del sistema educativo, inclusive el universitario. Pero creemos que lo correcto es ir avanzando en medidas concretas que vayan saneando de una vez por todas nuestro ambiente y preserve nuestros recursos naturales, y que sea progresivo a alcanzar la totalidad de las exigencias para lograr un desarrollo sustentable.

LA NUEVA LEY DE ENTIDADES FINANCIERAS

Lic. Alfredo García
Jefe de la Asesoría Económica del Banco Creedicoop
Lic. Iván Heyn
Economista, Sec. Gral. de AEDA

Hoy nuevamente nos encontramos frente a un debate que divide las aguas de nuestra Nación, y versa sobre el rol fundamental que debe cumplir el capital dentro de nuestra sociedad. Frente a este debate hay dos posturas claramente diferenciadas. Por un lado, aquellos que entendemos que el capital debe cumplir un rol social productivo, fomentando el empleo y el desarrollo nacional en pos de un crecimiento real acompañado por un aumento de la redistribución de la riqueza y en función del bienestar general. Por otro lado, se encuentran aquellos que proponen la reproducción del capital en sí mismo, basados en fines especulativos que solo sustentan un traspaso del valor del trabajo a los capitales, para fomentar acumulación del capital en función de unos pocos y sus intereses particulares.

Estas dos posturas reflejan que modelo de país queremos desarrollar. Un país inclusivo con producción y un crecimiento real de la economía, acompañado de una mejora sustancial en la redistribución de la ganancia o, por el contrario, un modelo de país rentista basado en la producción de capitales financieros y su reproducción, a través de la expoliación del trabajo nacional, en función de intereses y capitales que no contribuyen a un desarrollo íntegro y soberano de nuestra Nación, sino que la someten a los intereses de los grandes grupos propietarios de los mismos.

En esta coyuntura en la cual nos toca escribir, y frente a esta antinomia, no dudamos en elegir un desarrollo real de la economía basado en un aumento de la producción y del trabajo como generadores de riqueza, frente a un modelo que pondría de rodillas a nuestra Nación frente a los capitales financieros que pretenden especular con el trabajo y el hambre del pueblo, como lo han hecho en los sucesivos golpes militares y en la década del 90.

En base a lo anterior vemos la necesidad de recuperar nuestra soberanía económica frente a los capitales financieros especulativos, con el objetivo de fomentar y continuar profundizando el proyecto de desarrollo nacional. Es por eso que apoyamos una nueva Ley de Entidades Financieras, a fin de limitar el accionar de los grupos financieros, y revertir el proceso de desregularización financiera de los años noventa garantizando nuevamente la soberanía económica como pilar fundamental de nuestro desarrollo económico independiente.

Una vez más te invitamos a tomar partido y decidir de qué lado de la mecha te encontras.